Una vez más, los movimientos más relevantes de mercado vienen marcados por las actuaciones de los Bancos Centrales, para hacer frente a los elevados datos de inflación.
La inflación sorprendió negativamente, tanto en Europa, ya que en agosto ascendió a una cifra record del 9,1%, como en EEUU, donde la inflación bajó al 8,3%, pero la subyacente se sitúo en 6,3%, muy por encima de lo esperado por el mercado. Parece que la contención de la inflación no va a resultar tan rápida como se esperaba y tanto la Fed como el BCE, avanzan en sus mensajes una actuación más agresiva en su política monetaria, decididos a combatir la inflación, incluso a costa de una posible desaceleración de la actividad económica. Esto provocó reacciones adversas en los mercados, por el miedo a fuertes subidas en los tipos de interés, y las menores expectativas a un aterrizaje suave de la economía. Sigue leyendo